I. EXPORTACIONES DOMINICANAS DE AUYAMAS (CALABAZAS)
Las exportaciones dominicanas de auyamas han mostrado un comportamiento
oscilatorio entre 2008-2012, destacándose el valor exportado de este fruto durante el
año 2010 del período bajo análisis.
En el año 2008 las exportaciones de este producto alcanzaron un valor de US$0.935
millones; en el 2009 se registra una variación negativa de 11.88% cuando el valor
exportado fue de US$0.824 millones. El año 2010 es el que registra el mayor valor
exportado con US$1.10 millones lo que representa un crecimiento de 34.6%. En el 2009
se exportó US$0.941 millones y en el 2012 de acuerdo a cifras preliminares el valor
exportado fue US$0.313 millones.
Además de las exportaciones de auyamas frescas, es decir, como frutos enteros, la
Republica Dominicana también registra exportaciones de auyamas en trozos como
producto industrializado (conserva o enlatado). En el 2012 se registran exportaciones de
auyama picada congelada por valor de US$2,486.0
la auyama
domingo, 26 de mayo de 2019
tramites locales
Trámites Locales por Producto
Estos trámites se originan si la mercancía está regulada por las Instituciones Públicas competentes; o si el país de destino lo exige. En el caso de los productos de origen animal, el exportador debe presentar un certificado zoosanitario emitido Oficina de Sanidad Animal de la Secretaria de Estado de Agricultura (en las oficinas del puesto de salida del producto).
Este se emite, luego de verificarse el producto a exportar, físicamente. En el caso de productos de origen vegetal, se hace necesaria el registro de establecimientos y aéreas de producción (fincas de producción, empresas y plantas de procesamiento) ante el Ministerio de Agricultura en el Departamento de Inocuidad Agroalimentaria (DIA) y PROVOFEX (Programa de Vegetales Orientales, Frutas Frescas y Productos Afines de Exportación), el exportador debe presentar un certificado fitosanitario, siguiendo el procedimiento anterior.
PROVOFEX: www.agricultura.gov.do Tels: (809) 547-3888 ext. 4101, 6024 / (809) 573-7748
DIA: agricultura@inocuidad.gov.do Tel (809) 547-3888 ext. 6023 y 6024
Estos trámites se originan si la mercancía está regulada por las Instituciones Públicas competentes; o si el país de destino lo exige. En el caso de los productos de origen animal, el exportador debe presentar un certificado zoosanitario emitido Oficina de Sanidad Animal de la Secretaria de Estado de Agricultura (en las oficinas del puesto de salida del producto).
Este se emite, luego de verificarse el producto a exportar, físicamente. En el caso de productos de origen vegetal, se hace necesaria el registro de establecimientos y aéreas de producción (fincas de producción, empresas y plantas de procesamiento) ante el Ministerio de Agricultura en el Departamento de Inocuidad Agroalimentaria (DIA) y PROVOFEX (Programa de Vegetales Orientales, Frutas Frescas y Productos Afines de Exportación), el exportador debe presentar un certificado fitosanitario, siguiendo el procedimiento anterior.
PROVOFEX: www.agricultura.gov.do Tels: (809) 547-3888 ext. 4101, 6024 / (809) 573-7748
DIA: agricultura@inocuidad.gov.do Tel (809) 547-3888 ext. 6023 y 6024
produccion nacional
V. PRODUCCIÓN NACIONAL
Superficie cosechada La producción de auyamas en la República Dominicana ha venido obteniendo a través de los últimos años un auge cada vez más significativo, si tomamos como referencia la superficie cosechada y la producción nacional del país en el período 2002-2011.
La superficie cosechada ha experimentado un crecimiento desde el 2002 cuando el área cosechada fue de 114,633 tareas. En el 2011, el total de tareas cosechadas fue de 136,160 con una reducción con relación al año 2010 de 0.11%. Dentro del periodo en análisis, el 2008 es el año que registra el mayor crecimiento en cuanto al área en cosecha con 152,862 tareas y un crecimiento positivo de 23.3%. Tal incremento es reflejado en la producción nacional, la cual ha experimentado un aumento en el período evaluado, pasando de 31,797 toneladas en el 2002 a 38,294 toneladas en el 2011. Las principales zonas productoras son: Puerto Plata, Santiago, Baní y Azua. Se cultiva incluso en zonas lluviosas como Villa Altagracia. Todas las regiones secas del país con capacidad de riego, tienen mucho potencial de producción de estas especies5.
almacenamiento y transporte
Condiciones para almacenamiento y transporte
Si las frutas de calabaza se van a almacenar, estas deben estar maduras y libres de heridas o pudrición. De lo contrario, van a tolerar pocos días en almacenamiento. Es importante el haberlas manejado previamente con cuidado, ya que en ocasiones los daños mecánicos que sufren son inicialmente imperceptibles a simple vista.
Estos daños luego proveen una entrada fácil a organismos patógenos, que posteriormente pueden causar pudrición en la fruta o enfermedades al consumidor. Ya sea un almacenamiento bajo condiciones de ambiente o de refrigeración, es importante contar con una buena ventilación que permita la circulación de aire alrededor de las frutas.
Si estas se van a mantener dentro de cajones grandes (field bins) de madera o plástico, los mismos deben tener aperturas de ventilación para facilitar la remoción del exceso de humedad y calor alrededor de las frutas. Por ser las frutas un tejido vivo, el proceso natural de respiración en ellas continúa y como resultado del mismo estas liberan calor de respiración (heat of respiration). Utilizando como ejemplo el caso del ‘Butternut squash’ (calabacín de invierno de la misma especie que nuestra calabaza), frutas con una temperatura interna de 77º F (25º C) generan calor de respiración de forma continua a razón de 13,200 a 26,400 BTU/tonelada/día. Mientras más alta la temperatura interna de las frutas, mayor será el calor de respiración que ellas estarán generando de forma continua. Por otro lado, al bajarle su temperatura se reduce su razón de respiración y el calor de respiración resultante de la misma.
En algunas ocasiones, la calabaza se ha podido almacenar hasta por dos o tres meses bajo condiciones de ambiente natural en un lugar fresco, seco y ventilado. La pérdida de peso durante el primer mes de almacenamiento de la calabaza se estima en aproximadamente un 5%, pero el sabor, color y consistencia de la pulpa mejoran marcadamente. Durante ese primer mes de almacenamiento, la conversión de almidón a azúcar continúa y el contenido de β-caroteno puede mejorar.

Si las frutas de calabaza se van a almacenar, estas deben estar maduras y libres de heridas o pudrición. De lo contrario, van a tolerar pocos días en almacenamiento. Es importante el haberlas manejado previamente con cuidado, ya que en ocasiones los daños mecánicos que sufren son inicialmente imperceptibles a simple vista.
Estos daños luego proveen una entrada fácil a organismos patógenos, que posteriormente pueden causar pudrición en la fruta o enfermedades al consumidor. Ya sea un almacenamiento bajo condiciones de ambiente o de refrigeración, es importante contar con una buena ventilación que permita la circulación de aire alrededor de las frutas.
Si estas se van a mantener dentro de cajones grandes (field bins) de madera o plástico, los mismos deben tener aperturas de ventilación para facilitar la remoción del exceso de humedad y calor alrededor de las frutas. Por ser las frutas un tejido vivo, el proceso natural de respiración en ellas continúa y como resultado del mismo estas liberan calor de respiración (heat of respiration). Utilizando como ejemplo el caso del ‘Butternut squash’ (calabacín de invierno de la misma especie que nuestra calabaza), frutas con una temperatura interna de 77º F (25º C) generan calor de respiración de forma continua a razón de 13,200 a 26,400 BTU/tonelada/día. Mientras más alta la temperatura interna de las frutas, mayor será el calor de respiración que ellas estarán generando de forma continua. Por otro lado, al bajarle su temperatura se reduce su razón de respiración y el calor de respiración resultante de la misma.
En algunas ocasiones, la calabaza se ha podido almacenar hasta por dos o tres meses bajo condiciones de ambiente natural en un lugar fresco, seco y ventilado. La pérdida de peso durante el primer mes de almacenamiento de la calabaza se estima en aproximadamente un 5%, pero el sabor, color y consistencia de la pulpa mejoran marcadamente. Durante ese primer mes de almacenamiento, la conversión de almidón a azúcar continúa y el contenido de β-caroteno puede mejorar.
empaque
Empaque Comúnmente.
las calabazas de tamaño grande no se empacan y son mercadeadas sueltas. En el caso de las frutas de tamaño mediano o pequeño, estas se empacan en sacos de fibra de nilón (del tipo utilizado para el empaque del repollo) para facilitar su manejo.
Se colocan varias frutas en cada saco, hasta un peso neto aproximado de 50 libras por saco. De ser requerido por el mercado, las calabazas podrían ser empacadas en cajas. En el caso de las frutas sueltas o en sacos, no es recomendable hacer estibas muy altas si deseamos prevenir daños en las frutas por compresión, especialmente en aquellas que se encuentran en la parte de abajo de la estiba.
lavado
Lavado
El lavar las frutas de calabaza usualmente no es deseable, pero de ser necesario, las frutas se deberán lavar utilizando agua limpia (de calidad potable) con cloro a 100 a 150 ppm y un pH de 6.0 a 6.5. Estos niveles de cloro y el pH del agua deben ser monitoreados periódicamente para que los mismos se mantengan. Se deberá prevenir la entrada de esta solución al interior de frutas que presenten aperturas, ya sean naturales o causadas por daños. Después del lavado es sumamente importante secar las frutas por completo lo antes posible
El lavar las frutas de calabaza usualmente no es deseable, pero de ser necesario, las frutas se deberán lavar utilizando agua limpia (de calidad potable) con cloro a 100 a 150 ppm y un pH de 6.0 a 6.5. Estos niveles de cloro y el pH del agua deben ser monitoreados periódicamente para que los mismos se mantengan. Se deberá prevenir la entrada de esta solución al interior de frutas que presenten aperturas, ya sean naturales o causadas por daños. Después del lavado es sumamente importante secar las frutas por completo lo antes posible
seleccion y clasificacion de la auyama
Selección y clasificación
El proceso de selección y clasificación de las frutas de calabaza por lo general comienza al momento de la cosecha. Se deben de cosechar solamente frutas que ya se encuentran suficientemente maduras y libres de daños, defectos severos o pudrición. El proceso puede completarse en el mismo campo o en el centro de empaque. La rigurosidad del proceso de selección, clasificación y preparación para el mercado al cual pueden ser sometidas las frutas dependerá de las exigencias del mercado. El mercado local de calabaza tolera daños y defectos externos en las frutas que en otros mercados no serían aceptables.
Por otro lado, el mercado local es bastante exigente en cuanto a la calidad interna de la fruta, ya que la mayoría de esta se le vende al consumidor pre-cortada en pedazos. Las frutas de calabaza deben ser relativamente pesadas para su tamaño, de lo contrario podrían resultar de pobre calidad interna. Hay compradores que prefieren frutas de calabaza de tamaños específicos, por lo que en algunos casos es necesario clasificarlas por tamaño. El tamaño de las frutas cosechadas va a depender en gran medida de la variedad o selección que se siembre, junto a las condiciones generales de la plantación, aunque en mayor o menor grado siempre vamos a estar cosechando frutas de diferentes tamaños dentro de un mismo predio. En algunas variedades o selecciones de calabaza se puede observar una gran diversidad genética en cuanto a tamaño y forma de las frutas, mientras que en otras las frutas son mucho más uniformes. Por otro lado, las frutas siempre tienden a ser más pequeñas en los últimos cosechos.
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